La logística es una parte esencial de la rutina productiva de las empresas. En muchas de ellas, se trata de un proceso tan crucial que el correcto funcionamiento de una empresa sería imposible sin él. La logística abarca todos los actores que participan en el funcionamiento de una empresa, desde los proveedores hasta el cliente final.La reducción de tiempo y costos es una de las premisas básicas de los procesos logísticos, pero es necesario conocer en qué parte de la cadena de suministro se encuentra nuestro negocio para encontrar la forma más exitosa de aplicar la ciencia logística en el mismo.
Entender la forma de mejorar y rentabilizar la distribución, el almacenaje y el transporte en una empresa ayudará considerablemente al negocio en relación con sus competidores directos.
– Nunca olvides la palabra “cuánto”: Nunca sabrás suficiente por mucho “cuánto” que preguntes. Por ello, insistir una y otra vez, preguntando de cuánto producto disponemos en el almacén, cuánto se entrega diariamente, semanalmente, mensualmente, trimestralmente, anualmente… en cuánto tiempo se entregan los productos, cuánto tardamos en vender… nos ayudará a tener claros los costes y la cantidad de género que vendemos y movemos, datos imprescindibles para emprender los planes de mejora y optimización que necesitaremos para mejorar nuestra logística.
– Relaciónate con todos los eslabones de la empresa: es decir, mantén un contacto de forma permanente con proveedores, trabajadores de la compañía y con el cliente final. Todos ellos pueden ofrecer su visión y su opinión acerca de los procesos logísticos de la empresa, lo que ayudará a analizar exhaustivamente los puntos fuertes y débiles de la cadena logística para proponer soluciones eficaces.
– Reevalúa todos los niveles de la cadena de distribución: no podemos producir 500 cajas diarias si solamente somos capaces de repartir 150, o producir 200 siendo capaces de repartir 400. La producción, la oferta, la demanda y la logística deben ir unidas y sincronizadas unas con otras, creciendo o decreciendo al mismo tiempo, lo que garantiza que los costes se mantengan estables y que no perdamos dinero de forma absurda.
– Describe (y escribe) de forma exacta todo el funcionamiento del proceso logístico: si tenemos claro y plasmado en un documento la forma de realizar de forma óptima todo el proceso, los distintos eslabones podrán tener ese documento siempre en cuenta a la hora de tomar cualquier tipo de decisión, fomentando la coordinación y la estandarización del proceso y evitando imprevistos producidos por el desconocimiento del mismo.
– Emplea el material adecuado para tu actividad: plataformas elevadoras, carretillas, transpaletas manuales o eléctricas… con tantas herramientas disponibles, es necesario conocer cada una de ellas y saber lo que pueden aportar a nuestro proceso logístico, además de la cantidad exacta que necesitaremos (volvemos al tema del “cuánto”). Que los eslabones del proceso pertinentes conozcan bien la maquinaria con la que trabajan será fundamental para optimizar nuestro proceso logístico.